El día viernes salía de visitar a ELLA, y realizaba mi típica caminata hasta el paradero de Ayacucho, de paso que me fumaba un cigarrito escuchando música en el mp3, y creyendo que nadie me escucha cantar si por ahí me gusta la canción. Espero durante unos 10 minutos un carro que por la cómoda cuota de 50 céntimos me lleve a mi casa a las 10 y 30 de la noche. Bueno finalmente me subo, y como es de esperarse no soy el único que se para al encuentro del carro, y para cuando he subido, todos estaban cómodamente instalados. Por lo que tuve la mala suerte de ir parado, y fue ahí que comprendí las cosas que se pueden aprender en la combi. Primero en cuestión de deportes: aprendí a surfear! si... cada bache, es una proeza de equilibrio y valor, sin mencionar a la ola humana que se te viene encima que necesita de coraje para poder esquivarla. Uno aprende fútbol, con la forma en la cual se patean los bultos que se encuentran en el piso para poder pasar. Se aprende natación, al salir nadando del mar de gente cuando una va a bajar del bus.
Pero no solo deportes, también se aprende religión, gracias a la tía que le dice a la otra: confía en Dios hija, el sabe que hace. Se aprende comuncación, o al menos los errores que no se deben cometer: "estaba escuchandome a mi, cuando hey saliu de su casa y me metí al carsho".
También se aprende diferentes carreras profesionales, ya que nunca falta ese que va en el carro leyendo su copia antes del examen.
Y finalmente, lo más importante de todo se aprende a ser tolerante. Pues, cholo, negro, mestizo o blanco... todos llevan consigo parte de sus vidas en la combi.
domingo, 28 de octubre de 2007
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1 comentario:
Nada como la combi,todos la odiamos,pero al final la llegamos a querer...una complicacion mas en la vida del peruano
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